Que grande puede llegar a ser un
país. Tan diferente a nuestra tierra, sorprendente e incluso a veces mágico.
Llevó tres meses viviendo en Inglaterra y aunque he ido contando un poco a
través de Facebook lo que iba viendo y haciendo por tierras británicas, hoy he
decidido retomar la costumbre de escribir aquí. No es que en todo este tiempo
haya estado estresado o muy liado, si no simplemente que no tenía ordenador.
Pues bien hoy cumplo 3 meses aquí
en UK, atrás queda ya ese 26 de Agosto en el que me embarque con Destino
Inglaterra. Que viaje tan largo y que largo el pasillo que va desde la cinta de
las maletas hasta la salida, creo que apenas tenía 100 metros y puede pararme 3
veces para pensar y pensar… y pensar.
Estoy seguro que aunque fue un
cambio totalmente drástico, habrá para quienes fue más complicado pues yo ya
tenía todo buscado; casa, familia de acogida, trabajo, etc. Y aun así que raro
(no digamos duro, o difícil), digamos eso, raro, y es que los primeros días son
tan extraños. Y es que por muy Europeos que seamos todos y aunque por encima de
todo seamos humanos al fin y al cabo, 1800 km dan para cambiar mucho. Si los Españoles del Sur con respecto a los del Norte ya cambiamos bastante imagínate esto multiplicado por tres.
Muy posiblemente conozcáis
Londres, muchos habréis estado aquí y/o en otras ciudades Inglesas. Pero no
vamos a hablar de lo turístico, ya que a no ser que te salgas un poco de las
guías, rutas o monumentos, sí que es verdad que tu experiencia va ser muy
parecida a si visitases una ciudad en tu País. Vamos a hablar de cómo la gente
de Inglaterra vive el día a día, de las situaciones cotidianas, en donde yo al
igual que otros amigos de aquí es como si lleváramos un letrero luminoso
gigante que dice: EXTRANJERO… y no solo eso: EXTRANJERO Y ESPAÑOL. Y no lo digo
por nuestra peculiar forma de pronunciar las palabras (lo cual ya nos delta
bastante) si no por cómo hacemos nosotros las cosas.
Están los tópicos por excelencia
de los Españoles; hablamos muy alto, mucho jaleo, nos encanta reírnos a
carcajadas como si no hubiera nadie más en el bar, en nuestro país conducimos
por el otro lado (ellos conducen al revés, por supuesto), nos gustan mucho las
fiestas, etc… estos son de toda la vida pero hay algunos que se van añadiendo
con la situación actual de nuestra tan querida patria, y para no entrar en
política digamos que nosotros aquí hasta nos agachamos para recoger los
peniques (versión inglesa de los céntimos) que nos encontramos por la calle (lo
cual te puede dar hasta para desayunar gratis, en serio, parece como si los
tirasen apostas. “Parece”…).
Pues bien, todo esto es cierto,
entendámoslo como algo no malo para que nadie se eche las manos a la cabeza y
es que si nos comparamos con un Británico al uso, uno de nosotros hace como 4
de ellos. Eso sí cuando hay cerveza (y en este país cualquier día lo
sustituirán por el agua en las tuberías) ellos no se quedan atrás y si bien el
marcador esta 1-4, por cada Español viviendo en Inglaterra hay bastante más de
4 Ingles así que siento deciros que si vais un sábado a las 9 a un Pub no vais
a encontrar un ambiente relajado a lo salón victoriano con gente de alta cuna,
más bien lo contrario. Nosotros al menos tenemos bares para todo; el de tapeo,
el que solo vas para desayunar, el del futbol, el de antes de salir de fiesta,
el de ‘relax’ con los amigos, el familiar de toda la vida que solo es para
comer, el del billar/dardos, etc… aquí lo tienen todo junto en el llamado Pub
británico que hay uno cada 10 Km y siempre, siempre está lleno. Después están
las miles de cadenas de comida rápida y los restaurantes que son igual pero más
caro. Olvidaros para el resto de vuestras vidas eso de que el camarero venga a
preguntaros que queréis, suerte que te traen la comida. En serio si encontráis
un sitio que os sirvan y no estáis muy bien económicamente, retroceder sobe
vuestros propios pasos y salir sin hacer ruido.
Si no hay bares ya ni hablemos de
gente en la calle (repito estamos hablando de una ciudad o zona de ciudad no
turística, no me digáis; ‘pues en Londres hay gente en la calle’ ¿En serio?).
De verdad os lo prometo que en este país la calle no existe, olvidaros de todas
las acciones que impliquen una calle; pasear, comer pipas en un banco, tomarse
un helado en una terraza, beber, ir de tiendas, patinar, incluso ir a tirar la
basura… ERROR: aquí la basura la pones en la puerta de tu casa y ya el camión
se encargara de ir casa por casa. ¿Por qué?: POR QUE EN INGLATERRA LA CALLE ES
SOLO PARA CONDUCIR, si ni siquiera hay pasos de cebra y hasta la prioridad la
tienen los coches, y es que cuando veas a un peatón o simplemente esta caminando
a su coche o es extranjero, no falla. Y ya puestos hablar de basura, aquí es
obligatorio reciclar. Hay tres tipos de basura; la que depositas en un cubo
verde a la entrada de tu casa donde va todo lo orgánico y que de vez en cuando
el camión, con una manguerita te limpia con el objetivo de intentar quitar un
poco el mal olor y ya de paso quitar los millones de gusanos y bichos que viven
en tu cubo (normal a quien se le ocurre dejar lo orgánico ahí al aire libre).
Después están las bolsas negras y las bolsas rosas que te da el ayuntamiento en
la cual metes todo lo que se pueda reciclar, da igual si es cartón o plástico,
todo rebujado. Las bolsas negras si se te acaban puede ser de cualquier otro
tipo de bolsa, total en ellas meten lo que les da la gana. Tres meses y todavía
no sé si es que realmente existen cartón y plásticos de reciclar y de no
reciclar o es que dependen de cómo les apetezca ese día (también dicho: como
les salga del…). Eso si, el tarrito de la mantequilla, o derivados, lo lavas antes de ponerlo
en la bolsa rosa por que los restos de mantequilla es orgánicos.
Hablemos ahora de ir a hacer la
compra (algo muy cotidiano). Olvidaros de la sección de comida precocinada, aquí
todo el supermercado es comida precocinada y ya luego si eso está la sección de
comida que tienes que cocinar. Esto último muchos ingles independizados y con más
de 40 años siguen sin saber muy bien que es. Que no digo que la comida ese
mala, ni mucho menos, si incluso tengo que alabar la gran variedad de productos
que hay. En un simple supermercado de barrio puedes viajar por el mundo entero
en bastante menos de 80 días. Comida de decenas de países, que entre que el
nombre está en inglés y nunca viste algo igual no te atreves ni preguntar que
es. Muchísima variedad y también buena calidad, y lo mejor los horarios.
Supermercados 24 horas y 7 días como si de la confitería o tiendecita de barrio
se tratase y el que no es 24 horas cierra a las 11 o 2 de la noche domingos
incluidos, y si, hay gente que va a esa hora comprar. Y en la puerta el de
seguridad no está para controlar si robas algo, esta para animarte a que lo
hagas, en este país están tan bien educados que ponen toda su confianza en los
clientes, porque saben que no les van a robar nada. Respeto máximo. Y si
alguien robase algo creedme que no sería por ahorrarse el dinero sino más bien
por la eterna cola. Si el aniño en vez de a Frodo se lo hubieran encargado a
una cajera de Inglaterra después de las tres película de tres horas cada una,
el aniño seguiría en la Comarca.
Y puestos a hilar temas ya que hablamos
de velocidad, hablemos de los dos tipos de conductores Ingleses. Esta el
respetuoso británico que va a 20 en la autopista (seguro que trabaja en un
supermercado) y luego aquel que sabe que en este país te avisan con señales del
tamaño de un elefante cuando hay un radar, por lo que puede ir felizmente a 160
(si, a 160 si no más). Y aun así apenas hay accidentes. Igual que apenas hay policías
o gente multando, tú haces las cosas porque sabes que tienes que hacerla no por
miedo a una multa. Pero la carreteras inglesas tienen otras cosas,… digamos muy
curiosas, como que una misma señal a veces enorme y otras veces cuesta verlas,
a veces las pongo a la derecha, o si me apetece a la izquierda, no aviso por
los baches, ni de las rotondas, los semáforos también se ponen en ámbar cuando
van a pasar de rojo a verde y en los cruces hay que pelearse por ver quién sale
el ultimo (tu primero, no por favor tú, insisto tu…), las plazas de
aparcamiento son los padres, aparco excepto donde haya línea doble (apenas hay)
donde más me apetezca y si corto el único carril de uno de los sentidos da
igual, ya se pelearan por ver quien pasa primero.
Y para terminar, mi tema
favorito: El clima. Porqué es el único sitio donde veras gente con abrigo gorro
y bufanda a la vez que llevan bermudas y chanclas (que alguien me lo explique).
Mientras tú vas disfrazado de esquimal, ellos van con una Rebequita y encima te
miraran raro. En este país las empresas y fábricas de paraguas deben estar en
quiebra, por son inmunes a la lluvia, empiezo a pensar que les rebota. Y ya sin
nos ponemos a correr cuando empieza a llover, nuestro letrero de Extranjero
Español pasa a rotulo luminoso XXXL.
Inglaterra es así, tan diferente,
tan curiosa y a la vez tan mágica. Un país del verdadero primer mundo, donde
los sueldos más bajos que puedes encontrar son de 1100 libras, donde la tasa de
paro es del 3% en algunas ciudades. Donde siempre veras a los perros sueltos y algún
que otro niño con una correa enganchada a la cintura. Son muchas las cosas que deberían
aprender de nosotros, y muchas las cosas que nunca Inglaterra podrá ni si
quiera soñar con tener (sol, bares, playas, las calles vivas, la gente, gastronomía,
etc). Pero muchísimas las cosas que nosotros ya deberíamos saber y que al vivir
fuera te das cuenta del retraso que tenemos. Y es que a pesar de todo,
Inglaterra es sin duda alguna, un país que enamora.