jueves, 26 de noviembre de 2015

3 Meses llevando un cartel de 'Soy extranjero'

Que grande puede llegar a ser un país. Tan diferente a nuestra tierra, sorprendente e incluso a veces mágico. Llevó tres meses viviendo en Inglaterra y aunque he ido contando un poco a través de Facebook lo que iba viendo y haciendo por tierras británicas, hoy he decidido retomar la costumbre de escribir aquí. No es que en todo este tiempo haya estado estresado o muy liado, si no simplemente que no tenía ordenador.

Pues bien hoy cumplo 3 meses aquí en UK, atrás queda ya ese 26 de Agosto en el que me embarque con Destino Inglaterra. Que viaje tan largo y que largo el pasillo que va desde la cinta de las maletas hasta la salida, creo que apenas tenía 100 metros y puede pararme 3 veces para pensar y pensar… y pensar.

Estoy seguro que aunque fue un cambio totalmente drástico, habrá para quienes fue más complicado pues yo ya tenía todo buscado; casa, familia de acogida, trabajo, etc. Y aun así que raro (no digamos duro, o difícil), digamos eso, raro, y es que los primeros días son tan extraños. Y es que por muy Europeos que seamos todos y aunque por encima de todo seamos humanos al fin y al cabo, 1800 km dan para cambiar mucho. Si los Españoles del Sur con respecto a los del Norte ya cambiamos bastante imagínate esto multiplicado por tres.

Muy posiblemente conozcáis Londres, muchos habréis estado aquí y/o en otras ciudades Inglesas. Pero no vamos a hablar de lo turístico, ya que a no ser que te salgas un poco de las guías, rutas o monumentos, sí que es verdad que tu experiencia va ser muy parecida a si visitases una ciudad en tu País. Vamos a hablar de cómo la gente de Inglaterra vive el día a día, de las situaciones cotidianas, en donde yo al igual que otros amigos de aquí es como si lleváramos un letrero luminoso gigante que dice: EXTRANJERO… y no solo eso: EXTRANJERO Y ESPAÑOL. Y no lo digo por nuestra peculiar forma de pronunciar las palabras (lo cual ya nos delta bastante) si no por cómo hacemos nosotros las cosas.


Están los tópicos por excelencia de los Españoles; hablamos muy alto, mucho jaleo, nos encanta reírnos a carcajadas como si no hubiera nadie más en el bar, en nuestro país conducimos por el otro lado (ellos conducen al revés, por supuesto), nos gustan mucho las fiestas, etc… estos son de toda la vida pero hay algunos que se van añadiendo con la situación actual de nuestra tan querida patria, y para no entrar en política digamos que nosotros aquí hasta nos agachamos para recoger los peniques (versión inglesa de los céntimos) que nos encontramos por la calle (lo cual te puede dar hasta para desayunar gratis, en serio, parece como si los tirasen apostas. “Parece”…).

Pues bien, todo esto es cierto, entendámoslo como algo no malo para que nadie se eche las manos a la cabeza y es que si nos comparamos con un Británico al uso, uno de nosotros hace como 4 de ellos. Eso sí cuando hay cerveza (y en este país cualquier día lo sustituirán por el agua en las tuberías) ellos no se quedan atrás y si bien el marcador esta 1-4, por cada Español viviendo en Inglaterra hay bastante más de 4 Ingles así que siento deciros que si vais un sábado a las 9 a un Pub no vais a encontrar un ambiente relajado a lo salón victoriano con gente de alta cuna, más bien lo contrario. Nosotros al menos tenemos bares para todo; el de tapeo, el que solo vas para desayunar, el del futbol, el de antes de salir de fiesta, el de ‘relax’ con los amigos, el familiar de toda la vida que solo es para comer, el del billar/dardos, etc… aquí lo tienen todo junto en el llamado Pub británico que hay uno cada 10 Km y siempre, siempre está lleno. Después están las miles de cadenas de comida rápida y los restaurantes que son igual pero más caro. Olvidaros para el resto de vuestras vidas eso de que el camarero venga a preguntaros que queréis, suerte que te traen la comida. En serio si encontráis un sitio que os sirvan y no estáis muy bien económicamente, retroceder sobe vuestros propios pasos y salir sin hacer ruido.

Si no hay bares ya ni hablemos de gente en la calle (repito estamos hablando de una ciudad o zona de ciudad no turística, no me digáis; ‘pues en Londres hay gente en la calle’ ¿En serio?). De verdad os lo prometo que en este país la calle no existe, olvidaros de todas las acciones que impliquen una calle; pasear, comer pipas en un banco, tomarse un helado en una terraza, beber, ir de tiendas, patinar, incluso ir a tirar la basura… ERROR: aquí la basura la pones en la puerta de tu casa y ya el camión se encargara de ir casa por casa. ¿Por qué?: POR QUE EN INGLATERRA LA CALLE ES SOLO PARA CONDUCIR, si ni siquiera hay pasos de cebra y hasta la prioridad la tienen los coches, y es que cuando veas a un peatón o simplemente esta caminando a su coche o es extranjero, no falla. Y ya puestos hablar de basura, aquí es obligatorio reciclar. Hay tres tipos de basura; la que depositas en un cubo verde a la entrada de tu casa donde va todo lo orgánico y que de vez en cuando el camión, con una manguerita te limpia con el objetivo de intentar quitar un poco el mal olor y ya de paso quitar los millones de gusanos y bichos que viven en tu cubo (normal a quien se le ocurre dejar lo orgánico ahí al aire libre). Después están las bolsas negras y las bolsas rosas que te da el ayuntamiento en la cual metes todo lo que se pueda reciclar, da igual si es cartón o plástico, todo rebujado. Las bolsas negras si se te acaban puede ser de cualquier otro tipo de bolsa, total en ellas meten lo que les da la gana. Tres meses y todavía no sé si es que realmente existen cartón y plásticos de reciclar y de no reciclar o es que dependen de cómo les apetezca ese día (también dicho: como les salga del…). Eso si, el tarrito de la mantequilla, o derivados, lo lavas antes de ponerlo en la bolsa rosa por que los restos de mantequilla es orgánicos.

Hablemos ahora de ir a hacer la compra (algo muy cotidiano). Olvidaros de la sección de comida precocinada, aquí todo el supermercado es comida precocinada y ya luego si eso está la sección de comida que tienes que cocinar. Esto último muchos ingles independizados y con más de 40 años siguen sin saber muy bien que es. Que no digo que la comida ese mala, ni mucho menos, si incluso tengo que alabar la gran variedad de productos que hay. En un simple supermercado de barrio puedes viajar por el mundo entero en bastante menos de 80 días. Comida de decenas de países, que entre que el nombre está en inglés y nunca viste algo igual no te atreves ni preguntar que es. Muchísima variedad y también buena calidad, y lo mejor los horarios. Supermercados 24 horas y 7 días como si de la confitería o tiendecita de barrio se tratase y el que no es 24 horas cierra a las 11 o 2 de la noche domingos incluidos, y si, hay gente que va a esa hora comprar. Y en la puerta el de seguridad no está para controlar si robas algo, esta para animarte a que lo hagas, en este país están tan bien educados que ponen toda su confianza en los clientes, porque saben que no les van a robar nada. Respeto máximo. Y si alguien robase algo creedme que no sería por ahorrarse el dinero sino más bien por la eterna cola. Si el aniño en vez de a Frodo se lo hubieran encargado a una cajera de Inglaterra después de las tres película de tres horas cada una, el aniño seguiría en la Comarca.

Y puestos a hilar temas ya que hablamos de velocidad, hablemos de los dos tipos de conductores Ingleses. Esta el respetuoso británico que va a 20 en la autopista (seguro que trabaja en un supermercado) y luego aquel que sabe que en este país te avisan con señales del tamaño de un elefante cuando hay un radar, por lo que puede ir felizmente a 160 (si, a 160 si no más). Y aun así apenas hay accidentes. Igual que apenas hay policías o gente multando, tú haces las cosas porque sabes que tienes que hacerla no por miedo a una multa. Pero la carreteras inglesas tienen otras cosas,… digamos muy curiosas, como que una misma señal a veces enorme y otras veces cuesta verlas, a veces las pongo a la derecha, o si me apetece a la izquierda, no aviso por los baches, ni de las rotondas, los semáforos también se ponen en ámbar cuando van a pasar de rojo a verde y en los cruces hay que pelearse por ver quién sale el ultimo (tu primero, no por favor tú, insisto tu…), las plazas de aparcamiento son los padres, aparco excepto donde haya línea doble (apenas hay) donde más me apetezca y si corto el único carril de uno de los sentidos da igual, ya se pelearan por ver quien pasa primero.

Y para terminar, mi tema favorito: El clima. Porqué es el único sitio donde veras gente con abrigo gorro y bufanda a la vez que llevan bermudas y chanclas (que alguien me lo explique). Mientras tú vas disfrazado de esquimal, ellos van con una Rebequita y encima te miraran raro. En este país las empresas y fábricas de paraguas deben estar en quiebra, por son inmunes a la lluvia, empiezo a pensar que les rebota. Y ya sin nos ponemos a correr cuando empieza a llover, nuestro letrero de Extranjero Español pasa a rotulo luminoso XXXL.


Inglaterra es así, tan diferente, tan curiosa y a la vez tan mágica. Un país del verdadero primer mundo, donde los sueldos más bajos que puedes encontrar son de 1100 libras, donde la tasa de paro es del 3% en algunas ciudades. Donde siempre veras a los perros sueltos y algún que otro niño con una correa enganchada a la cintura. Son muchas las cosas que deberían aprender de nosotros, y muchas las cosas que nunca Inglaterra podrá ni si quiera soñar con tener (sol, bares, playas, las calles vivas, la gente, gastronomía, etc). Pero muchísimas las cosas que nosotros ya deberíamos saber y que al vivir fuera te das cuenta del retraso que tenemos. Y es que a pesar de todo, Inglaterra es sin duda alguna, un país que enamora.